La llegada del segundo hermano
Los padres tendemos a pensar que la llegada del segundo hermano será más sencilla, porque claro, ya tenemos la experiencia del primero. Ahora sabemos cambiar pañales, dar la teta, portear, bañar al peque, vestirlo… ¡Vamos que somos unos campeones!
Y realmente somos unos campeones, pero la naturaleza es muy sabia, y el primer hijo no es más que un entrenamiento para la segunda fase de crecimiento maternal.